jueves, 14 de mayo de 2009


Adiós chico de ayer

Si la melancolía en la música en español pudiera dársele un cuerpo, una cara, un rostro, de seguro sería el de Antonio Vega, que estaría formado en la larga fila para ser el depositario de ese honor. Y llegan hoy deslizándose lentas sus canciones que allá por los años ochenta, esos de los peinados raros, y las vestimentas extravagantes, compusiera junto con su primo el otro abatido Nacho Vega, con la entrañable banda madrileña Nacha pop.
Y es que no hay nada mejor que componer cantaba, pero no hay nada mejor, nada, rezaba la letra mientras la heroína entraba por sus venas, nada aún mejor que una décima de segundo, tan rompemadre, tan hija puta, y el sax, y el requinto, un momento en una agenda, y las venos se hinchan, el cuerpo palidece, se come el polvo la carne, los huesos, no los sueños, no el amor hacía Marga, ahí donde nos ha llevado la imaginación, donde ha quedado la primera luz, y la música española se queda sin la miseria del dolor, que no es coqueteo, que no es rumor del recreo en el infierno, que es pop, pero de poca madre, no un lamento natural, sino una apuesta, un deseo .
Es hora de poner esos viejos discos de Nacha pop, buscar unas cuantas rolitas de sus cidis, esos que no llegan a México, porque es tanto su tristeza que son devorados en la mar del lamento. Es hora de recordar, de dolerse por un rato que la muerte se lo ha llevado. Adiós pues ese chico de ayer.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Powered By Blogger