miércoles, 24 de junio de 2009

decires

Podría decir que una sexoservidora amaga a sus compañeras con una pistola. Que la ausencia no es una moneda en el bolsillo, que es más fácil encontrar un unicornio que un ciber en Zamora. Decir se pueden muchas cosas, muñecas rotas en el río, un baile de quebradita por las nubes, la falta de damas de la caridad que brindan su asiento a los púberes y hermosos, un tanto malditos bebedores de mezcal.
Lo único cierto es que ayer una sexo servidora amagó a sus compañeras con una pistola y es lo único que puedo repetir hoy.

Nueva imagen 2009















martes, 9 de junio de 2009


El luchador

Qué queda después de toda una vida. Cuando nada queda, sólo los recuerdos, algunas frases, unas fotos. Los sueños que se fueron a la mierda. Nos queda el dolor y el vacío, una mirada hacia dentro, en abismo. Darren Aronofsky muestra la tragedia de un luchador que tuvo sus glorias en los años 80s, Randy “The Ram” Robinson (Mickey Rourke), que vive de sus glorias pasadas, cuando hace 20 años atrás era un id0lo del cuadrilátero, un guerrero invencible y admirado.
Después de un infarto The Ram busca encontrar el significado de la vida, darle una vuelta a la página para comenzar de nuevo, buscar a su hija que no ha visto desde hace años, el amor de una doncella del tubo (teibolera, termino más correcto).
Es ahí cuando The Ram inicia una de las caídas más dolorosas, de la cual no podrá reponerse, por lo que decide regresar a su reino, su territorio, y mandar categóricamente todo a la chingada, contradice todo: las ordenes de su doctor de no volver a poner un pie en el pancracio, el dolor de su cuerpo. Decide hacer lo único que lo mantiene con vida: pelear hasta que escuche la cuenta de tres, y levantarse Victorioso y vitoreado por todo el respetable.
Randy no es un ejemplo de fortaleza, The Ram representa el fracaso en todos sus ángulos,la derrota, fuera de su gloriosa época, un saundtrack de Quiet Riot, Motlye Crue los Guns a Rose, eran lo que se podría llamar la neta: “ese Kurt Cobain nos vino a echar a perder la fiesta”, le dice a la bella Cassidy mientrs beben una cerveza en una barra de un bar.
Cassidy por su parte también va descubriendo la premisa de que todo se acaba, y todo se lo va llevando el carajo. Sin embargo no quiere aceptar que sus mejores tiempos ya han pasado, y no fueron tan buenos. Después de rechazar a Randy decide ir a buscarlo, sin embargo es muy tarde, The Ram ya aceptó las reglas del juego, y decide saltar desde la última cuerda a su brillante desenlace, sin patetismo rosa. Todos de alguna forma llevamos la de perder, y es mejor no atrasar las cosas, dejar que fluya hacía el lado más oscuro de la vida.
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